La expansión de las energías renovables, imprescindible para superar la dependencia de los combustibles fósiles (agravada por las circunstancias políticas) está poniendo de manifiesto las posiciones encontradas entre quienes la aceptan como una oportunidad para el desarrollo de los territorios que las acogen y quienes las ven como un atentado contra la integridad de los mismos, que causa no solo impactos ambientales graves, sino que agrava la despoblación y el abandono rural.
Lo cierto es que ambas posiciones tienen fundamentos suficientes para defenderse, puesto que no puede haber desarrollo social y económico en los territorios que ofrecen sus recursos naturales para estas nuevas formas de energía sin una compensación por los impactos causados y sin una participación real de la población en los beneficios.
La normativa ambiental contempla ya la compensación de los impactos ambientales que no se pueden evitar o reducir, imponiendo a las empresas promotoras de estas infraestructuras energéticas la obligación de desarrollar medidas compensatorias de los daños causados. Pero, además de los impactos ambientales, los proyectos han de obtener lo que se conoce como licencia social mediante la creación de valor compartido con todos los actores del territorio. Sólo de esta forma puede alcanzarse lo que se denomina transición energética justa.
En la ejecución de esas medidas compensatorias juega un papel fundamental la Custodia del Territorio, que involucra activamente a los verdaderos custodios del territorio, que son los propietarios o usuarios de la tierra. Son ellos los principales interesados en la conservación de los diferentes hábitats y especies. Por esto, firman Acuerdos con Entidades de Custodia, que les asesoran y les acompañan en la conservación de sus recursos naturales. Estas Entidades de Custodia, que son entidades sin ánimo de lucho cuyo único fin es la defensa del medio ambiente, son las encargadas de diseñar y ejecutar esas medidas compensatorias que las empresas energéticas han de desarrollar. Estas Entidades seleccionan los territorios más adecuados para cada una de estas medidas y acuerdan con los propietarios o usuarios el desarrollo de las mismas. Estas medidas compensatorias conllevan beneficios para el propietario (en ocasiones económicos, pero también en forma de asesoramiento, mantenimiento de humedales, instalación cajas nido, promoción de productos, etc..). De esta forma, las Entidades de Custodia del Territorio actúan como agentes que garantizan que esas medidas compensatorias generan beneficios ambientales, pero también sociales y económicos para los que habitan el territorio.
FUNPASOS ha desarrollado la RED DE TERRITORIOS CUSTODIADOS, en la que colabora con propietarios y usuarios de fincas públicas y privadas. Esta Red nos permite seleccionar los mejores emplazamientos para el desarrollo de las medidas compensatorias de las empresas energéticas con las que trabajamos. De esta forma, FUNPASOS está contribuyendo a que la transición energética sea justa y contribuya al desarrollo del territorio.