La sede de la Comisión Europea ha acogido durante los días 10, 11 y 12 de Febrero la clausura de los trabajos llevados a cabo por el primer Panel de Ciudadanos Europeos surgido tras la Conferencia sobre el Futuro de Europa y que se ha centrado en las políticas para luchar contra el desperdicio alimentario. A este le seguirán otros paneles dedicados al mundo virtual y a la movilidad en la formación.
Los Paneles Europeos de la Conferencia fueron un ejercicio democrático innovador a nivel europeo, que puso a los ciudadanos en el centro de la configuración del futuro de la Unión Europea. Los ciudadanos que participaron en la Conferencia reclamaron oportunidades similares y más frecuentes para participar en la formulación de las políticas europeas en el futuro. En respuesta, la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, anunció una nueva generación de paneles de ciudadanos para consultar a ciudadanos seleccionados al azar sobre ciertas propuestas clave a nivel europeo.
Cada panel está compuesto por 150 ciudadanos seleccionados al azar de todos los Estados miembros de la UE, de los cuales un tercio son menores de 26 años, para representar a las futuras generaciones de Europa. El panel de ciudadanos combina el trabajo colaborativo en pequeños grupos (de unas 12 personas) con el trabajo plenario (los 150 participantes juntos). Para llevar a cabo este trabajo, los panelistas estarán apoyados por un equipo de facilitación. Este equipo está formado por expertos en hacer el trabajo en grupo más dinámico, para sacar el mejor provecho de cada individuo y del grupo en su conjunto. También proporcionarán a los ciudadanos una serie de herramientas para el trabajo colaborativo y la toma de decisiones colectiva.
El apoyo a la agricultura local, el intercambio de experiencias y datos, la promoción de los productos de temporada, la planificación en las compras, la concienciación en las escuelas, el fomento de plataformas y aplicaciones digitales para conectar a los consumidores y la innovación en el envasado han sido algunos de los puntos defendidos durante la sesión final.
Los ciudadanos también han propuesto visibilizar más el problema del desperdicio, realizar nuevas acciones con la distribución y los restaurantes, y dar herramientas a los consumidores para entender mejor las fechas de caducidad o las de consumo preferente.
El panel ha mostrado interés en que haya una cadena alimentaria "justa" y "solidaria", en la que se faciliten las donaciones de alimentos, se incentiven más las buenas prácticas y se sancionen las malas, y se mejore la información sobre la cantidad de comida que se desecha.
La Comisión Europea preparará un informe con las conclusiones de estos "embajadores" ciudadanos y lo incorporará como un anexo a su propuesta de revisión de la directiva marco sobre residuos, prevista para el próximo junio.
La propuesta incluirá objetivos concretos de reducción del desperdicio alimentario en las distintas fases de la cadena, que serán de obligado cumplimiento para los países de la UE, y entre los que se espera que esté la prohibición de destruir los excedentes de alimentos.
La directora general de Sanidad y seguridad alimentaria de la Comisión Europea, Sandra Gallina, ha destacado al término de la reunión que se necesita "un cambio de mentalidad" frente al desperdicio alimentario, "cuando 36 millones de europeos no se pueden permitir una comida decente al día".
Gallina ha apoyado la creación de foros en los que los ciudadanos "no solo puedan hablar, sino también contribuir a la aplicación de las leyes", mediante un sistema más transparente.
Unos 57 millones de toneladas de alimentos y bebidas acabaron en la basura en 2020, lo que equivale a 127 kilos por persona, una décima parte de lo que se produce, de acuerdo a los últimos datos oficiales.
La reducción del desperdicio y las pérdidas de alimentos forman parte de la estrategia de la Comisión "De la granja a la mesa", considerada una prioridad del Pacto Verde Europeo.